jueves, 16 de julio de 2015

El hilo rojo del destino


 Tal vez en alguna ocasión hayas escuchado hablar sobre el hilo rojo del destino. Personalmente, me llama la atención esta historia, supongo que porque siempre opiné que tanto cuentos, refranes, como leyendas, tienen una parte de realidad.  

Si buscas en la red, encontrarás infinidad de páginas y blogs que  refieren la famosa leyenda japonesa.  Literalmente, ésta cuenta que...

“Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia.

Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos.



Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : “Aquí termina tu hilo” , pero al escuchar esto , el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja , empujo a la campesina que aun llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebe se hiciera una gran herida en la frente , ordeno a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llego el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entro al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente.

Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro…. tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. “

Para algunos, esta historia es una tabla de salvación, un respiro mental, pues conforme a él, todos tenemos a alguien asignado por nuestro destino para amar. Alguien que tarde o temprano nos encontrará.

La raíz de este cuento, parte de que la arteria ulnar conecta el dedo meñique con el órgano identificado con el amor, nuestro corazón. Por ello, este hilo atado a nuestro meñique enlaza de forma directa con nuestros sentimientos y deseos más ocultos.

El destino puede ser caprichoso, y quizás también cambiante. Al igual que el destino juega sus bazas, nosotros mismos podemos hacer cambios gracias a nuestras decisiones y opiniones. La vida nos coloca de forma constante, frente a posibles bifurcaciones en el camino. Dependiendo de cuál escojamos, podemos encontrarnos con una u otra salida... Para algunos, este es el destino propiamente dicho. Para otros, el libre albedrío
Supongo que la creencia en esta leyenda, hoy en día, puede complicarse bastante teniendo en cuenta el número de divorcios. Aun así, es hermoso pensar que tal vez, ese fracaso amoroso, o ese amor platónico que jamás alcanzaste, no están unidos a tu dedo meñique, sino que hay alguien por ahí, que en cualquier momento acortará la distancia. Una segunda, o tal vez, una tercera, o una quinta oportunidad. Quién sabe.

Es más, hay un escritor que personalmente me enganchó con “Brida”, y me sujetó más fuerte con “El Alquimista”. Se trata de  Paulo Coelho, que en relación a esta leyenda, opina…


“Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores: uno con el que te casas o vives para siempre, que puede que el padre o la madre de tus hijos… Esa persona con la que consigues una máxima compenetración y pasas junto a ella el resto de tu vida…

Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que siempre perderás. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día ambos dejan de intentarlo… Se rinden y buscan a esa otra persona que acabarán encontrando.

Pero os aseguro que no pasará una sola noche sin necesitar otro beso suyo, o al menos discutir una vez más…

Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras estaban leyendo, les ha venido su nombre a la mente.

Se librarán de él o de ella, dejarán de sufrir, conseguirán encontrar la paz (le sustituirán por la calma), pero no pasará un día en que no deseen que estuviera a su lado para perturbarlos.

Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.”

En conclusión, cada cual que opine. Pero eso sí, tanto si eres una persona que ha sufrido por amor, como si eres ese afortunado que lo tiene en su vida, recuerda que si crees en la fuerza del destino y en esta leyenda japonesa, hablamos de “Un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, PERO NUNCA ROMPER”



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